El sentido del humor siempre me ha ayudado a enfrentar las situaciones difíciles. Para ilustrar cómo es el funcionamiento de la mente no entrenada te cuento en este artículo la historia de “La multiplicación de las mierditas” y te explico cómo y por qué se reproducen.

sentido del humor

En cada vivencia humana dolorosa hay un malestar primario. Es eso que te molesta, te es desagradable o difícil: la mierdita original.

El malestar primario pueden ser estados de ánimo difíciles, pensamientos negativos, emociones perturbadoras, sensaciones físicas desagradables, dolor físico o emocional, situaciones, relaciones o circunstancias desafortunadas. El malestar primario te es incómodo, frustrante y fastidioso, te produce una sensación de indefensión, te hace sentir impotente.

La mierdita original representa para la mente no entrenada una especie de primera “onda” de estímulos conflictivos. Estos desatan una cadena de reacciones mentales, físicas y emocionales. La reacción básica, primaria e instintiva a la mierdita original es la proliferación de más pensamientos negativos y rumiativos.

Acéptalo: shit happens!

Las mierditas son naturales, neutrales y esperables. Las cosas que solemos llamar “malas” pasan. La vida humana está plagada de mierditas porque aunque nos encantaría controlar la realidad a ella le da igual nuestro deseo.

Haz conmigo un ejercicio:

Toma un objeto cualquiera ahora. Desea profundamente y con todas tus fuerzas que al tirarlo hacia arriba se quede flotando. Ahora tíralo. ¿Qué pasó? El objeto cayó. Si aplicamos esto a la vida mundana te podría preguntar: ¿Alguna vez el simple deseo de que alguien te quiera como tú quieres se ha hecho realidad?

La vida nunca será como tú quieres que sea y lo sabes. Mejor ve acostumbrándote.

De cómo una mierdita se convierte en Apocalipsis

Mira con detenimiento la siguiente imagen: «La multiplicación de las mierditas».

¿Qué ves en la imagen? ¿Cómo interpretas la historia que está representada allí? ¿Qué está pasando con las mierditas? ¿Por qué se multiplican las mierditas? ¿Cómo acaba la historia? Observa bien los detalles de la imagen. Tómate tu tiempo para analizarla.

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La pandemia de COVID-19

«La multiplicación de las mierditas» es una representación del funcionamiento de la mente no entrenada. Tu mente, la mía y la del 99% de los seres humanos.

Te pongo un ejemplo actual.

La pandemia de COVID-19 es un malestar primario o mierdita original. Así como ya viste que los objetos que tiras para arriba caen, así existen microorganismos como los virus que afectan la salud humana.

La humanidad ha atravesado pandemias antes porque somos organismos vivos. Hoy estamos en perfecta salud. Mañana nos enfermamos. Otras veces nos contagiamos los virus entre humanos de manera masiva como ahora. Somos mamíferos. Estas experiencias suceden cuando se es un ser vivo.

La interacción de los seres vivos (humanos, animales, plantas, etc) genera trasmisión de microorganismos dentro de la misma especie y entre las diferentes especies. A pesar de ello la humanidad sigue en la Tierra como especie junto a otras muchas especies más.

Esta crisis sanitaria, social y económica no es la primera ni será la última. Aún así te sientes impotente, gruñes y te pones de mal humor. Te entiendo.

Grrrrrr y más grrrrrrrrr

El mal humor es una reacción automática al pensamiento “maldito virus me tiene hasta las trompas de falopio” y representa el malestar secundario. (Mira de nuevo la imagen de arriba.) A partir de allí vienen más ondas, cada vez más grandes. ¿Las viste? Son cada vez más cínicas y catastróficas, ondas de reactividad de malestar secundario que se acumula. Más mierditas.

Las ondas nuevas generadoras de sufrimiento (malestares secundarios) ya no son producidas por la pandemia (malestar primario) sino por tu manera de reaccionar al malestar primario y a lo que este produce en ti. A menudo no podemos evitar el malestar primario (la primera mierdita), pero sí podemos reducir sustancialmente los malestares secundarios (las mierditas que nos producimos a nosotras mismas). Sin esa acumulación y proliferación de malestares secundarios no hay tsunami apocalíptico.

La proliferación mental funciona así: el pensamiento “maldito virus me tiene hasta las trompas de falopio” desencadena otro “por qué tiene que pasarme esto cuando me iba tan bien económicamente”. Y otro “Nunca veré la luz. Estoy en quiebra de nuevo” y surgen en la mente una cadena de pensamientos negativos, unos tras otros. “Me tendré que mudar y perderé mi casa”. “Terminaré durmiendo en un cajero automático en estado de indigencia”.

El final de la cadena de la proliferación mental es una imagen terrorífica como la que ves en la multiplicación de las mierditas. Un apocalipsis que aún no ha pasado. ¿Te das cuenta?

Es un tsunami de mierditas acumuladas (malestares secundarios), que te producen pánico y quieres salir corriendo de casa, aunque haya confinamiento. (Te entiendo.)

Sal de la matrix por tu propio pie

La vida no es un perro que se pueda amaestrar. La mente humana sí se puede amaestrar.

Los pensamientos, las emociones y las sensaciones físicas están vinculados para poder sobrevivir a una amenaza real o imaginada. Es una vinculación que viene en el cuerpo humano “de fábrica”.

Si piensas algo terrorífico te subirá la adrenalina y el cortisol. Luego dejará de llegarte suficiente sangre al lóbulo frontal del cerebro y este no podrá realizar las funciones cognitivas responsables de la toma consciente y lógica de decisiones.

La amígdala y el hipocampo enloquecen y no podrás encontrar una salida eficiente, eficaz y “resultona” frente a la crisis. Serás inevitablemente revolcada por el tsunami «mi vida apesta».

Lo más seguro es que en ese estado mental y emocional perturbador acudas al supermercado a comprar toneladas de papel higiénico como está haciendo mucha gente. En ese estado los seres humanos hacemos cosas irracionales y por imitación.

Cuando te pongas dramática con este tema de la pandemia o cualquier otra multicrisis, por favor, ríete un poco contigo misma. Pregúntate: ¿Ahora en este preciso instante de verdad estoy viviendo una catástrofe horrible digna del fin del mundo internacional? (Risas.)

Desaprende el mal-estar

En el idioma español tenemos dos verbos diferentes: ser y estar. Mal-estar no es Mal-ser, sólo es Mal-estar.

Esa diferencia en el lenguaje indica que si ahora la estás pasando mal temporalmente es porque estás mal-estando (gestión pobre, comportamiento poco hábil, no tienes muchas herramientas emocionales aún) y no mal-siendo (no, no eres una «mala persona»; no, la vida no te está castigando por eso).

Entender eso te permite eliminar de tajo una buena parte de los sentimiento de culpa, de victimización o de indefensión aprendida.

Tu estado actual, el que sea, no es tu culpa. Lo que hagas o no hagas con/en ese estado a ti misma o a los demás eso sí es tu responsabilidad.

El funcionamiento reactivo de la mente es la forma intuitiva en que esta funciona. Es una fase evolutiva humana, pero vendrás otras. Hemos afinado y perfeccionado el sistema actual de reacción a las amenzadas (sistema de defensa y huida) a través de la socialización, el aprendizaje basado en la imitación.

Por eso la atención plena o mindfulness es intencional, anti-intuitiva, se puede enseñar y aprender y necesita de entrenamiento.

¿Duele? Sí. ¡Entonces afloja!

La reacción más común, habitual e intuitiva ante el sufrimiento físico o emocional es “apretar”. Comprimir el cuerpo, apretarlo, «endurecer» la mente (volverla más rígida) y cerrar todo el cuerpo «en banda». En vez de relajarnos ante el dolor nos tensamos.

Comienza a transformar ese hábito con esta práctica sencilla.

Cada vez que notes que algo te duele física o emocionalmente di en voz alta el mantra «¿Duele? Sí. Entonces afloja». (También puedes decirlo mentalmente.) ¿Duele? Afloja el cuerpo, suelta los músculos. ¿Duele? Relaja tu mente Dile todo irá bien, te estoy cuidando. ¿Duele? Respira profundo. ¿Duele? No actúes de forma precipitada, espera. ¿Duele? Reflexiona, aguarda hasta que pase la tensión y luego actúa. ¿Duele? Consúltalo con la almohada.

La manera en que reaccionas a las cosas que suceden (primera mierdita o malestar primario) te ha permitido seguir viva. Sin embargo, ¿no crees que ya es hora de trascender esa manera de vivir y convivir?

Tú puedes aprender formas más creativas, positivas y éticas de procesar tus pensamientos, emociones y sensaciones físicas para no generar(te) acumulación innecesaria de malestares. Eso es autocuidarse.

Ríete un poco de tus tragedias personales con toda la amabilidad que puedas. Si notas que estás en fase «Drama Queen» (La Reina del drama), ríete contigo: total nadie te está viendo y mañana será otro día.

Mi reino por un «Me Gusta»

La mente no entrenada y reactiva se va transformando mediante las prácticas contemplativas como la meditación. Cuando ante un malestar primario (mierdita #1) surge un pensamiento catastrofista en tu mente siempre tendrás una primera sensación de desagrado. Ese primera sensación es perfectamente natural y normal.

En el Budismo le decimos «Vedana», una palabra en Pali que usualmente ha sido traducida como “sensaciones”. Vedana es el «tono subjetivo» (“feeling tone») de las sensaciones. Es un aspecto fugaz, temporal y sutil de la experiencia humana.

El tono subjetivo de las sensaciones sucede en «la puerta de los sentidos» como decía El Buda. Es el modo en que vivimos las cosas, los sonidos, los olores, los sabores, las sensaciones físicas y los pensamientos, que al filtrarlos de forma inmediata nos resultan agradables, desagradables o neutros.

Hazte un favor, vive más lento

Al ver una pared pintada de color rojo no solo vemos el color sino que tenemos una primera sensación o Vedana. Vemos el color y lo asociamos con las vivencias y las experiencias que hemos tenido antes. Juana puede ver la pared roja y decir «me trasmite pasión pura» y María, frente a la misma pared, quizás reaccione y diga «es sangrienta y violenta».

Normalmente no hacemos caso al Vedana o tono subjetivo de la sensaciones y reaccionamos de forma habitual al malestar primario (mierdita #1) de tres maneras:

  • Sentimos apego a lo que nos resulta agradable.
  • Sentimos rechazo a lo que nos parece desagradable.
  • Sentimos confusión o ilusión frente a lo que nos parece neutral, ni agradable ni desagradable.

Escucha esta antigua historia y reflexiona

El Vedana o tono subjetivo de la sensaciones no se puede controlar. Siempre vamos a evaluar y juzgar si un estímulo (externo o interno, la primera mierdita o malestar primario) es positivo, negativo o neutro para nosotras.

La transformación personal inicia cuando aprendemos a no reaccionar al tono subjetivo de la sensaciones del malestar primario. Nos abstenemos y nos entrenamos para no realizar acciones automáticas que (nos) causen malestares secundarios. Ese sufrimiento de más, el que se va añadiendo al malestar primario, es autoinfligido: nos lo producimos nosotras a nosotras mismas.

Con la práctica de Mindfulness o la atención plena aprendemos a aceptar con compasión, paciencia y ecuanimidad lo que sucede en la puerta de los sentidos. Recuerda que la mente es un sentido más y tiene las limitaciones de los otros sentidos: olfato, gusto, audición, visión y tacto.

Me refiero aquí a que tu misión fundamental es «hacerte amiga» del Vedana o del tono subjetivo de las sensaciones producida por el malestar primario o la mierdita original. Aceptar no es lo mismo que resignarse.

Para estar bien hay que ir más lento, vivir más lento, convivir más lento.

El entrenamiento para el bien-estar que ofrecen las prácticas contemplativas como la meditación te permite romper la proliferación de acciones (pensamientos, sensaciones físicas y emociones) torpes, las que generan sufrimiento innecesario. De esa forma, reduces e incluso detienes la multiplicación de los malestares secundarios.

El sentido del humor unido a las prácticas contemplativas te ayudarán a que una mierdita eventual en un aspecto de tu vida, sin importar su mangnitud, no se convierta en un tsunami de mierditas apocalípticas que arruine tu vida entera.

Evita la sobre-estimulación

La sobre-estimulación es un exceso de estímulos. Hay estímulos externos e internos y suelen estar sucediendo de manera continua ambos tipos a la vez. Para mostrarlo de forma didáctica: los estímulos externos vienen de afuera (ej. hay mucha luz y tus pupilas se contraen) y los estímulos internos vienen de adentro (ejs. un pensamiento; dolor de estómago; sientes tristeza).

La fuente del estímulo no es tan importante, sino lo que haces con esos estímulos una vez que ha sucedido el Vedana o el tono subjetivo de las sensaciones. Si reaccionas de forma automática como siempre o si logras entrar y sostener un estado de atención plena o mindfulness que te permita aceptar lo que está sucediendo en ese instante sin generarte más sufrimiento (malestar secundario).

Una manera de bajar la proliferación de pensamientos negativos es reducir la sobre-estimulación. Es más sencillo reducir los estímulos externos que los internos. Empieza con los externos.

Cada persona tiene que conocer su límite individual de estímulos y cuándo estos comienzan a ser un exceso. El exceso de estímulos externos se reconoce porque suben los niveles de estrés y ansiedad. Sin embargo, los síntomas de esa subida son muy particulares a cada persona. En psicología se dice que los síntomas del estrés son «idiosincráticos».

Reconoce tus síntomas frente al estrés y tus propios límites

Ténlos muy claros y planifica de antemano qué estrategias usarás para reducir los estímulos.

Los estímulos internos surgen en la mente y en el cuerpo desde dentro. Un pensamiento catastrófico, por ejemplo, es un estímulo interno. Un dolor de espalda también. La forma más poderosa que conozco de aprender a gestionar mejor los estímulos internos es la meditación.

En mi caso personal, los síntomas de estrés elevadísimo son: 1) Me comienza a temblar el párpado de un ojo, 2) Me tropiezo al caminar y me caigo a menudo, 3) No puedo entender lo que la gente me dice, escucho la voz, pero no entiendo.

No esperes a que tu nivel de estrés sea altísimo e insoportable, «ataja» la subida del estrés al primer síntoma leve. Usa tus estrategias planificadas de manera constante. No sólo cuando haya crisis.

Recuerda que las mierditas se reproducen como conejos en la mente no entrenada.

5 estrategias para detener la multiplicación de las mierditas

  • Reduce el uso de pantallas y el consumo de contenidos sensoriales que alteran la mente y el cuerpo. Puedes, por ejemplo, consumirlos menos durante el día y evitarlos completamente al menos dos horas antes de ir a dormir. Esta simple medida preventiva reduce los estímulos externos y puede ayudar tanto a las personas con insomnio como a las que duermen demasiado por agotamiento.
  • Refuerza las tareas de autocuidados: come sentada y con calma, báñate, haz ejercicio, fortalece tus vínculos sociales (apoyo de la manada), medita diariamente, mastúrbate, trátate con cariño a ti misma, échate crema hasta en los codos, baila en casa.
  • Medita diariamente. Con la meditación los estímulos internos se van reduciendo poco a poco como consecuencia de la misma práctica. También se va potenciando y refinando tu capacidad para responder de forma intencional a los estímulos internos y externos en vez de reaccionar automáticamente. Aquí tienes dos meditaciones guiadas. Haz la prueba por ti misma.
  • Presta atención a los aspectos positivos de tus vivencias y experiencias. Cada vez que una mierdita se reproduce también está naciendo un oso panda en el mundo.
  • Ríete más seguido. La vida es menos seria de lo que parece.

sentido del humor

Nadir Chacín

Fundadora de mindfulnessparamujeres.com. Lleva más de 10 años dinamizando y facilitando experiencias grupales de Desarrollo Humano para la construcción de una ciudadanía consciente, ética y responsable.

P.D. La semana que viene empezaremos a meditar juntas en línea por Google Hangouts. Será cada lunes a las 19:30 h (Hora de Barcelona, España). Más información en nuestro grupo de Facebook Amigas de mindfulnessparamujeres.com. También puedes enviarme un mensaje por Whatsapp o seguir los eventos por meetup. Sólo necesitas una conexión de internet y un correo electrónico para recibir la invitación. Durante el mes de abril serán sesiones de meditación gratuitas, pero a partir de mayo costarán 6 euros por sesión y el pago se hará previamente al evento por PayPal.


Te invito a escuchar dos entrevistas de mi podcast «Ser siendo con Nadir Chacín» que hablan sobre el sentido del humor

Entrevista a la polifacética artista Isabela Méndez Erminy

Es actriz, cantante, narradora oral, pintora, escritora y emprendedora. Una charla cercana, profunda y divertida sobre los desafíos de la vida artística. También hablamos sobre la diversidad funcional («discapacidad»), específicamente sobre su ceguera, como un reto que ella gestiona con sentido del humor, creatividad y resiliencia. Conócela.

Entrevista a Emilio Lovera, humorista venezolano

Emilio tiene una trayectoria de casi 40 años como humorista. Durante su paso junto a Laureano Márquez para presentar su show «Histeria de Venezuela» (8/10/2019 en Barcelona, España), reflexionamos juntos sobre el humor como una herramienta para la vida y sobre la situación de Venezuela, nuestro país. Dedicamos esta entrevista a los venezolanos y las venezolanas que están adentro y afuera del país intentando que el futuro de Venezuela sea mejor que su pasado y su presente. Nunca perdamos el sentido del humor.

Yo también ESTOY RARA


Bonus

El psicólogo Luis Muiño me contó que cuando el director de cine Sergio Cabrera estrenó su película “Golpe de estadio” le acusaron de hacer humor con el conflicto colombiano y dijo en una entrevista:

La risa no solo ablanda el dolor, sino que lo deja ver. La risa entiende. Hay que usar la risa para probarles a quienes todavía creen en el humor que no tenemos miedo, que estamos dispuestos a cruzar los márgenes paralizantes del temor.

Sergio Cabrera

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