Las infecciones urinarias se vuelven crónicas con facilidad y las mujeres podemos pasar muchos años de nuestras vidas lidiando con ellas. Dicha cronificación puede producir complicaciones médicas como la incontinencia urinaria. Es mejor “atraparlas” a tiempo o prevenirlas utilizando productos naturales y haciendo cambios sencillos de hábitos, en vez de mal-usar y abusar de los antibióticos.
infecciones urinarias

Las infecciones urinarias son el producto de la invasión de microorganismos en el tracto urinario, con o sin presencia de síntomas. Dicha invasión puede generarse por dos vías diferentes, por la abertura de la uretra o a través del flujo sanguíneo cuando la infección afecta directamente a los riñones.

Las infecciones urinarias (ITU) son un problema de salud pública. Son la segunda causa de infección más frecuente superada solo por la infección respiratoria. Se estima que globalmente ocurren al menos 150 millones de casos de ITU por año. En la mujer, el riesgo de sufrir ITU a lo largo de su vida es superior al 50% y alrededor del 20% sufrirá una infección urinaria recurrente (ITUR).

La proporción de frecuencia de ITU entre mujeres y hombres jóvenes es de 30:1; sin embargo, conforme el hombre envejece, esta proporción tiende a igualarse. En el adulto mayor, la ITU es la infección bacteriana más común y el origen más frecuente de bacteriemias (presencia de bacterias en el torrente sanguíneo).

Estos son los síntomas más comunes de las infecciones urinarias:

  • Necesidad urgente y frecuente de orinar.
  • Picazón o quemazón en la uretra al orinar.
  • Enrojecimiento de la vulva y picor vaginal (en las mujeres).
  • Dolor al orinar y al mantener relaciones sexuales.
  • Color turbio, lechoso (espeso) o anormal de la orina.
  • Aparición de sangre en la orina.
  • Fiebre y escalofríos (la fiebre puede significar que la infección ha alcanzado los riñones).
  • Vómitos y náuseas.
  • Dolor en el costado o espalda (indica infección en los riñones).
  • A menudo, las mujeres sienten una ligera presión por encima del hueso púbico.

No es “normal” tener infecciones urinarias (ni incontinencia)

Más de 2 millones de personas sufren algún tipo de enfermedad urinaria en España y las mujeres somos más propensas que los hombres a tenerlas por la cercanía anatómica entre la uretra y el recto.

Las complicaciones médicas más comunes de la infección urinaria en las mujeres son la incontinencia urinaria (entre 30% y 40% de las mujeres mayores de 40 años) y la vejiga hiperactiva (23,6%).

A pesar de que las cifras hablan por sí solas estas complicaciones médicas son unas de las más infra-diagnosticadas, debido al tabú/estigma que las rodea. También a que muchas mujeres creen que es “normal” tener infecciones urinarias cuando tienen una vida sexual activa o incontinencia luego de los 40 años o de haber tenido un parto vaginal.

No, no es normal.

El uso de antibióticos y la salud pública

La bacteria que con más frecuencia (80%) produce las infecciones urinarias en las mujeres es la Escherichia coli (E. coli). Esta bacteria vive normalmente en el tracto digestivo y sobre la piel que rodea la zona vaginal y rectal. Si las bacterias entran en la uretra, pueden avanzar hacia la vejiga y causar una infección.

Personalmente pienso que el uso desmedido de antibióticos no sólo afecta a la persona que los toma sino que es un problema de salud pública. España sigue ocupando los primeros puestos en consumo de antibióticos a nivel mundial.

Este uso abusivo está provocando el desarrollo de bacterias que no responden a los antibióticos que antes eran eficaces. A esto se le llama resistencia bacteriana. Para tratar estas bacterias resistentes se necesitan dosis cada vez más elevadas de los antibióticos más fuertes. Esto genera una especie de bucle interminable que se retroalimenta a sí mismo: aumenta la resistencia bacteriana, aumentan las dosis, aumentan las infecciones urinarias.

Los remedios naturales que han probado ser efectivos en la prevención y el tratamiento de las infecciones urinarias

En los últimos años han surgido diferentes terapias naturales que nos están ayudando a las mujeres las infecciones urinarias, sin necesidad de tomar antibióticos con tanta regularidad.

También están las yerbas de toda la vida, que usaban nuestras madres y abuelas.

Arándano

Los extractos de arándano rojo no tratan las infecciones urinarias, pero pueden ayudar a reducir el riesgo de infección urinaria recurrente. No bebas el jugo y mucho menos si tiene azúcar añadido; a las bacterias les encanta el azúcar y se reproducirán más. Lo mejor es tomar algún suplemento alimenticio con extracto de arándanos bajo en azúcar.

D-Manosa

D-Manosa es un azúcar simple de agradable sabor, de la familia de la glucosa y de la galactosa, cuyas moléculas pueden expulsar de las vías urinarias a las bacterias E. coli.

El cuerpo no puede utilizar la D-Manosa por lo que pasa directamente a través de los riñones hasta el tracto urinario. Una vez allí, se une a la E. coli y desactiva las capacidades adhesivas/invasivas de esta bacteria. Entonces la E. coli es excretada fuera del cuerpo por la orina. A través de un mecanismo totalmente diferente al de los antibióticos, la infección cesa, se protegen las células epiteliales de las vías urinarias y se previenen nuevas infecciones.

A diferencia de otros productos naturales como el uso de arándanos, no crea un medio urinario ácido ni eleva el nivel de glucemia ni aporta azúcares asimilables. No agudiza tampoco la inflamación intestinal. Es segura para mujeres embarazadas, niños pequeños y personas diabéticas.

Tomillo y Salvia

El tomillo tiene propiedades antibacterianas, antiinflamatorias y antimicóticas. La salvia es diurética, te ayudará con la retención urinaria. Puedes tomar infusiones de estas yerbas o realizar con ellas baños de asiento.

Los 9 hábitos que necesitas adquirir para evitar las infecciones urinarias

Los factores de riesgo independientes para las UTI recurrentes incluyen la frecuencia reciente de relaciones sexuales durante el último mes, el uso de espermicida en los últimos 12 meses, una nueva pareja sexual en el último año, la edad en la primera infección del tracto urinario (ITU) menor a 15 años y tener antecedentes de ITU en la madre.

1. Cuida de los detalles relacionados con tu salud durante las relaciones sexuales.

Muchas bacterias E. coli van a parar al sistema urinario cuando practicamos sexo oral, sexo anal o durante los juegos preliminares, por ejemplo, cuando la otra persona nos masturba.

Las personas involucradas en la relación sexual han de entrenarse para ser muy precavidas con: usar preservativo siempre, lavarse las manos antes del acto sexual, también los genitales y la zona perianal, no usar el mismo dedo para introducirlo en el ano y en la vagina y usar un preservativo nuevo en cada penetración.

Lava bien los juguetes sexuales antes y después de usarlos; hay productos seguros creados especialmente para desinfectarlos. Usa lubricantes siempre y del tipo soluble en agua. Procura orinar inmediatamente después de terminada la relación sexual y lávate bien la zona de la vulva y el área perianal. También sé precavida cuando te masturbes a ti misma.

Por mi experiencia personal con las infecciones urinarias recurrentes y crónicas pienso que los nuevos hábitos relacionados con las relaciones sexuales son los más importantes para prevenir nuevas infecciones urinarias (y también vaginales; que suelen estar relacionadas). Entregarse al celibato un tiempo también ayuda mucho y no es el fin del mundo. [Risas.]

2. Toma agua regularmente y no te aguantes las ganas de hacer pipí.

Tomar agua es tomar agua. No es tomar jugos, ni smoothies, ni bebidas carbonatadas. Agua normal y corriente. Cuando tengas ganas de hacer pipí ve pronto al baño, no te aguantes la orina. No sólo aumenta el riesgo de desarrollar una ITU sino que la vejiga aumenta progresivamente su tamaño. Luego no hay vuelta atrás. (Palabra de girl scout.)

3. Aprende a limpiarte de una forma diferente cuando vas al baño.

La mayoría de las mujeres se limpian de atrás hacia adelante y eso arrastra restos de materia fecal hacia la parte de la uretra y con ella a las bacterias E. coli. Límpiate de adelante hacia atrás y evita el uso de toallitas húmedas de bebés. La mejor forma de mantener limpia la zona es lavarse con agua y secarse con una toalla, que sea exclusiva para dicho uso. Pon un bidé en tu vida.

4. Protege a tu sistema inmunológico y a tu flora vaginal.

Come alimentos que suban tus defensas. También puedes tomar Echinacea (recomiendo marca Solgar) esporádicamente durante tres meses seguidos y luego parar. Especialmente los meses anteriores al verano (la estación donde hay más probabilidades de ITU).

Actualmente hay probióticos que se usan como los óvulos, intravaginalmente. Suelen sen muy efectivos para restaurar la flora vaginal.

5. No uses duchas vaginales ni productos de higiene íntima.

Por más que las diferentes marcas defiendan que sus productos de higiene íntima están hechos con ingredientes naturales siempre tienen químicos. Elige el agua simple para lavarte. Siempre es la mejor opción. Lo más importante es secarte muy bien luego de lavarte; hazlo con una toalla exclusiva para esa función.

6. No uses compresas ni tampones.

Durante la menstruación, la copa menstrual es quizá la mejor opción, ya que mantiene la zona de la vulva seca. Usa una copa que sea más blanda de lo habitual, como la Meluna Soft. (Además es más ecológico y ahorrarás dinero.)

7. Soluciona cuanto antes tu problema de estreñimiento.

Recuerda que la bacteria E. coli, responsable de la mayoría de las ITUs, vive en los instestinos normalmente y nos ayuda a fermentar la comida. También está en las heces y en la zona perianal. Si las heces llenan el recto y el colon, puede que haya presión sobre la vejiga y esto impida que logre vaciarse completamente. La orina retenida es un caldo de cultivo para las bacterias. Entonces el estreñimiento es un factor de riesgo para las infecciones urinarias recurrentes.

8. Usa ropa interior de algodón.

Especialmente en la zona del entrepierna, la que está en contacto directo con la vulva.

9. Visita a una psicóloga.

Las infecciones urinarias recurrentes y crónicas también suelen tener un componente emocional. La terapia psicológica te puede ayudar a entenderlo. El estrés, por ejemplo, ya está comprobado que afecta el sistema inmunológico.


Consulta con tu médico antes de seguir cualquier consejo relacionado con la salud que leas en internet.


mindfulness para mujeres

Nadir Chacín

Fundadora de mindfulnessparamujeres.com. Lleva más de 10 años dinamizando y facilitando experiencias grupales de Desarrollo Humano para la construcción de una ciudadanía consciente, ética y responsable.


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