La dimensión ética de la práctica de mindfulness no es tan taquillera como la meditación. Pero sin ella, cualquier práctica espiritual y contemplativa se queda hueca y sin profundidad. En este artículo encontrarás una reflexión sobre la ética, su relación con el medio ambiente y 5 tips para comenzar a cuidar la Tierra.
Ética

En estos tiempos en que la libertad personal es vista como un bien superior a la colectiva, la palabra “ética” parece aburrida y anticuada. Sin embargo, es el corazón palpitante de la práctica de mindfulness. La ética es la persecución de los ideales más elevados a través de la alineación de mi mundo con un mundo colectivo que beneficie a todos los seres.

Ser una persona ética hoy en día es más difícil porque el mundo cada vez es menos equitativo y justo.

Practicar mindfulness es encarnarlo a través de acciones y gestos hábiles, que estén enraizados en el bien común. No basta con meditar sentadas en un cojín en casa o en una sala de clases, es necesario integrar la práctica de mindfulness a nuestras vidas. De ese modo, la propia práctica se convierte en estilos más amables de vivir y convivir.

De la inconsciencia a la consciencia

Mindfulness es perfectamente compatible con el cultivo tanto de una espiritualidad laica como de una religiosa. También es cierto que puedes ser espiritual, sin adherirte a ninguna religión. Por eso a mí me gusta más hablar de espiritualidad laica.

Una vez que la espiritualidad se desnuda del traje religioso está al alcance de las personas independientemente de su sentido de pertenencia a un grupo determinado. Pero ¿qué significa ser una persona espiritual?

El ejercicio de la atención plena es una manera de entender la vida, de cultivar nuestra condición humana y de sentirnos responsables del devenir del mundo. La ética es el corazón, y no otro órgano, porque vehicula el desarrollo de cualidades más positivas. Cuando estamos siendo conscientes de nuestros actos, somos más espirituales. No se puede estar consciente y dañar aquello que amamos, apreciamos y valoramos.

El problema más peligroso para la humanidad es el estado de inconsciencia el que vivimos, mientras pensamos que somos conscientes de todo. Lo siento, no lo somos.

El amor está relacionado con las tareas de cuidados de todo lo que existe, incluyéndonos. La amabilidad y la compasión (que no la lástima) también es cuidar bien y mejor a los otros, a lo Otro. Por ello, ser una persona espiritual conlleva una gran responsabilidad.

La espiritualidad es el resultado de encontrar coherencia entre los valores universales de protección a la vida y mis propios comportamientos en el momento presente.

A cada instante estamos siendo o no siendo espirituales, dependiendo de si hay o no coherencia.

Ser espiritual no es una condición que se adquiera y se quede definitivamente con nosotros, sin hacer más esfuerzos.

Se podría decir que la espiritualidad es una cualidad del Ser.

Ese lugar llamado hogar

La ética, como bien dice la filósofa Victoria Camps, “nos ayuda a entender qué es lo que nos falta, qué es lo que deberíamos hacer, hacia dónde deberíamos proyectar la esperanza”.

Es un hecho ya, la contaminación excesiva y galopante del planeta acabará con nosotros si seguimos actuando como lo estamos haciendo.

Cuando pienso en el obstáculo mayor llego a la conclusión de que nos falta inteligencia ética. No nos hemos ocupado de construir formas de vivir que consideren que si una parte de la humanidad sufre sufrimos todos. Que si la Tierra sufre sufrimos todos.

Podría llamarlo también falta de consciencia de especie o de consciencia natural.

Lo que somos no existiría sin lo demás que existe en el Planeta. Somos Naturaleza. Y somos la especie más desarrollada y compleja de las que existen hasta ahora. ¿No te parece que para serlo estamos haciendo cosas demasiado torpes?

Vivir y convivir

No creo que nadie se sienta bien dañando a otros. De verdad, no lo creo. Al menos no quienes habitamos la neurosis e intentamos gestionarla de la mejor forma posible. Por eso creo que hay esperanza para la humanidad en lo que Victoria Camps llama “inteligencia ética”.

Piensa un momento en la sensación de recoger la basura que alguien más ha tirado en la playa o en la calle. Vuelve a sentir ese deleite de hacer las cosas bien para todos y no sólo para ti.

¿Cómo te sentiste?

Mindfulness es ecologista o no es mindfulness

Si te interesa tener una vida más amable y estar en paz, te interesa la ecología, aunque aún no le hayas puesto ese nombre.

Cuando prestamos atención plena a la vida, la incongruencia entre lo que pensamos/sentimos y lo que hacemos chirrea por todas partes. Y, si eres honesta, no te queda de otra que preguntarte: ¿y ahora qué?

Pues ahora es el momento para volverte más compasiva con los seres humanos, los otros seres vivos y la Tierra. Es imposible hacer eso y no sentirte mejor contigo misma. Es la mejor inversión a corto plazo para el bien-estar.

Cuando te interesa cuidar todo lo que está vivo, incluyéndote a ti misma, te das cuenta que has de volverte una ecologista radical y hacerlo ya.

La ecología es la relación que se da entre los seres vivos de una zona determinada y el medio en el que viven. Si hacemos zoom resulta que la “zona determinada” y “el medio” se llama Tierra.

¿No crees que ya es hora de cuidarla y quererla?

5 consejos ecológicos fáciles

  • Cocina en casa.

Te recomiendo un canal de youtube que se llama “Vida Vegana”. Siempre he pensado que buena parte del problema medioambiental se solucionaría si aprendiéramos a cocinar y a alimentarnos sanamente desde la infancia. Si tienes hijos/hijas es el mejor legado de ciudadanía que puedes dejarles.

  • Compra productos locales y de temporada.

Escribe en Google el nombre de tu ciudad o país y luego “frutas y vegetales de temporada”. Obtendrás ilustraciones muy prácticas. Imprímelas y pégalas en la puerta de tu nevera, así las tendrás a la vista antes de ir de compras.

  • Usa bolsas de tela para hacer la compra.

Según Greenpeace, cada año llegan al mar el equivalente en basura plástica de 1.200 veces el peso de la Torre Eiffel. Además de usar tus bolsas de tela, pídele a tus proveedores que se pasen a la venta a granel y eliminen los envases y los envoltorios de plástico.

  • Adquiere envases ecológicos y habitúate a llevarlos contigo.

Nada como las bolsas reutilizables para llevar la comida al trabajo. No sólo es una forma de ahorrar dinero, sino que es más saludable y ecológico. Y si tienes hijos/hijas las bolsas de tela para la merienda infantil son una excelente opción.

  • Recicla la basura.

La forma en que se gestionan los residuos es diferente en cada lugar. Infórmate cómo se hace en tu cuidad y sigue las normas. Es un deber vecinal y ciudadano que deja una insuperable sensación de logro y hermandad.

Las nuevas generaciones aprenden lo que las generaciones anteriores demuestran con sus acciones. No aprenden de nuestros discursos moralistas.

Si te vuelves ecologista e introduces en tu familia el nuevo estilo de vida de forma lúdica, tus seres queridos aceptarán el reto.

Llegó la hora de cambiar de rumbo. Construyamos un mundo en el que la conservación del Planeta se ponga de moda.

Nadir ChacínNadir Chacín

Fundadora de mindfulnessparamujeres.com, Antropóloga con Maestría y estudios de Doctorado en Antropología y con Especialización de Postgrado en Género, Diversidad Familiar y Tecnologías (Universidad de Barcelona, 2017), Profesora certificada de Mindfulness Respira Vida Breathworks, Maestra (Shihan) en Gendai Reiki Ho, Escritora y Conferencista motivacional, Practicante budista dentro del Movimiento Triratna desde 2012, Bloguera en temas de crecimiento personal desde 2007 en nadirchacin.com, Organizadora de los meetups «Barcelona Mindfulness para Mujeres Meetup», «La red de lavanderas» y «Practicando Mindfulness en Barcelona», Autora del libro “Senderos de paz. Deja de sobrevivir y dirige tus pasos hacia el amor y la felicidad” sobre Budismo Zen y Física Cuántica publicado por Santillana México.

Foto: Anaís Gandiaga.

5 comentarios
  1. Muy interesante el artículo sobre etica y ecologia! Enhorabuena por el blog, es estupendo. Un saludo

  2. Hola Nadir, me encantan los artículos que estoy encontrando en este sitio 🙂 Gracias!

    Con respecto a este artículo sobre ética, me parece súper importante el tema. Recomiendas un canal vegano en YT, y hablas de compasión hacia los otros seres vivos, pero no me queda claro (y siento curiosidad por saber) si abogas por el veganismo.

    Creo que una actitud vegana y ecologista es el resultado natural de una vida consciente. Con tu permiso, te parafraseo: Ecologismo es vegano, o no es ecologismo. Por tanto, me cuesta entender el mindfulness no implicado en la libertad de otros individuos vivos en este planeta.

    Hace poco encontré una página muy interesante en facebook sobre este tema: https://www.facebook.com/VeganDharmaCompassion

    Gracias por tu atención 🙂 Un saludo!

    • Hola, Joseph. Gracias por tu comentario. 😉
      A veces una escribe y no sabe si está compartiendo algo valioso para los demás. Me alegra que te esté agradando este blog.
      Soy budista desde hace 6 años. No, no soy vegana aún. Soy vegetariana. Pero la feliz transición al veganismo está en mis planes.
      He de resolver algunas cosas de salud relacionadas con el veganismo y mi cuerpecito primero. Estoy viendo cómo hacerlo de una manera que no se resienta mi salud.
      Hay cuerpos que necesitan muchas proteínas, el mío es uno. Estoy en ello.
      Yo también creo que el ecologismo es vegano, el budismo es vegano y el feminismo es vegano. También creo que el cambio de hábitos ha de ser paulatino y acompañado de otras prácticas como la amabilidad hacia nosotros mismos. Lento, tranquilo y a la vez comprometido. Abrazos fuertes y felices fiestas.

      • Hola de nuevo Nadir! Aprecio tu respuesta, gracias 🙂
        Si puedo hacer algo para facilitar esa feliz transición, aquí me tienes.
        Quizá mientras tanto te interese el podcast que hago desde hace 3 años, está en Veganismo.org.
        Que tengas también un feliz 2019, consciente y sonriente 🙂
        Un abrazo!

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